jueves, 15 de mayo de 2008

Subvirtiendo el discurso de la izquierda.

Parte fundamental del proyecto del arte de las vanguardias fue subvertir el discurso del poder para transformarlo en ironía, vitalidad y liberación. Los artistas tomaron los elementos simbólicos de una cultura en decadencia para resignificarlos y generar nuevas formas de interacción social. De Dada al Conceptualismo, los artistas se dieron cuenta que atacar los símbolos era mucho mas poderoso que tomar las armas.

Las ideas del Situacionismo incluso influyeron en los que tomaron las armas, como es el caso del grupo guerrillero colombiano M-19, cuya acción mas importante, el robo de la espada de Bolívar, fue una acción mucho mas performativa que militar.

Sin embargo, algo que me parece aterrador de las campañas publicitarias recientes, es ver como los publicistas han generado nuevas estrategias en las que es el discurso de la izquierda el que esta siendo subvertido, en favor de ideas retrogradas y de derecha (la derecha nunca sera tan inteligente como para hacer esto por si sola, adentro están los artistas y diseñadores visuales freelanceando y generando significados antiéticos).

Por ejemplo, en la autopista Cuernavaca-México, justo al entrar, hay un mega espectacular desde hace meses en el que aparece el torso de una mujer joven con un texto que dice TENGO DERECHO A DECIDIR SOBRE MI CUERPO y luego, de la panza de la mujer sale una flecha roja que dice SI, PERO NO SOBRE EL MIO. Toda la historia del feminismo es subvertida y reconfigurada con esta sencilla acción. También, el otro día encontré un sitio web por los DERECHOS HUMANOS del NONATO...

Todo el discurso que durante el siglo XX los activistas han logrado desarrollar es de pronto aniquilado desde el poder de los significados. La diferencia entre la manera de trabajar de los artistas contra el poder y viceversa, es que los primeros nunca tienen suficiente alcance masivo, mientras que la derecha cuenta con inagotables fuentes financieras para destruir discursos.

Recientemente mis vecinos se asociaron en una ONG cuyo discurso retoma la retorica de la ecología, pero que realmente se trata de boicotear el Festival Ollinkan de música del mundo. El mencionado festival se realiza en el estacionamiento del Bosque de Tlalpan y consiste en un mes de música de diversos países y es gratuito. Los vecinos -evidentemente pagados y cabildeados por el PAN- argumentan que el bosque es un pulmón del df y que no debemos permitir su deterioro (esto es ridículo, pues como sabemos, los conciertos se hacen en la plancha de cemento que es el estacionamiento). Aquí tenemos nuevamente, a gente de derecha molesta por el "ruido" que implica la diversidad, utilizando el discurso de la ecología para generar sus propios significados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajaaj ahora resulta que el mismo festival es una CULTURA EN RESISTENCIA! QUE PARADOGICO Y TRISTE.